miércoles, 15 de mayo de 2013

POBREZA ENERGÉTICA, ¿QUE ES?,¿COMO DEBEMOS ACTUAR?

La pobreza energética podemos definirla como la incapacidad de pagar una factura de energía de una vivienda para conseguir el mínimo confort, o satisfacer sus necesidades domésticas.

Evidentemente, el mínimo confort, casi siempre va asociado la mantener la temperatura en invierno, aunque tengamos claro que cada año que pase sudaremos más en verano, lo que nos puede hacer plantear el confort en otros términos.

Los tres factores que llevan a un hogar a la pobreza energética son la renta familiar, el precio de la energía y la eficiencia energética del edificio. En el Reino Unido entienden que un hogar está en pobreza energética cuando tienen que destinar más del 10% de su renta mensual al pago de la factura de la energía y, aunque habría mucho que discutir sobre este número, al menos es un valor suficientemente objetivo como para poder tenerlo en cuenta.



Como técnicos, sólo tenemos la posibilidad de actuar sobre el tercer supuesto, o sea, sobre la eficiencia energética del edificio. Según datos de la Asociación de Ciencias Ambientales, en 2010 el 9% de las viviendas españolas estaba en pobreza energética, así que 3 años más tarde y con la que está cayendo este porcentaje puede haber subido un par de puntos perfectamente.

Estudios en el Reino Unido (Marnot Review Team, 2011) han definido la pobreza energética como la peor consecuencia, de bienestar social, del consumo ineficiente de la energía  y concluía que vivir en una casa con temperaturas inadecuadas afecta al progreso escolar, al bienestar emocional de los niños, problemas para ganar peso en los bebés, la salud mental de los adolescentes, afecciones menores como gripe o resfriados, empeora las situaciones de artritis o reumatismo y esta relacionada con un mayor riesgo de sufrir enfermedades respiratorias, y en consecuencia, aumentar lo que se llama Tasa de Mortalidad Adicional de Invierno.

Con esto, se hace evidente que la pobreza energética, no es sólo una desigualdad más en las condiciones materiales de vida entre ricos y pobres, sino que afecta a la calidad (y cantidad) de vida de las personas que la padecen.

Este es un motivo importante que nos debe hacer impulsar, facilitar, promover y ejecutar la rehabilitación energética, y gran parte de estas acciones las debe hacer la administración.

Los técnicos del sector de la edificación, a los que tan mal nos está tratando la crisis, tenemos que jugar un papel clave y totalmente necesario en el impulso y la promoción de las obras de rehabilitación energética. Nos toca hacer la pedagogía que no hará la administración. En nuestros encuentros con administradores de fincas, inmobiliarias, constructoras o cualquier cliente podemos aportar el grano de arena a la recuperación del sector. No olvidemos, además, que incentivar la rehabilitación energética tendría efectos muy positivos sobre el empleo, ya que crearía tanto empleos directos en el sector de la construcción ,como indirectos  en suministros de bienes y servicios a este sector, y inducidos que se derivarían del gasto adicional que provocan los nuevos empleos y los ahorros en las facturas energéticas de los consumidores.



La función social, que tanto les llena la boca a algunos arquitectos porque hicieron una guardería de diseño cuando atábamos los perros con chorizos, esa función social debe empezar por aquí, ya que la pobreza energética no aparece como indice de exclusión social, ni en las políticas de apoyo a los hogares en estas circunstancias. Está claro que no podemos alterar las condiciones económicas de una familia en dificultades, pero cuando actuamos en una rehabilitación, es básico hacerlo con criterios de eficiencia energética, para que el que venga detrás y tenga que hacer uso de esa vivienda su gasto en la factura de energía sea el mínimo y podamos evitar situaciones de pobreza energética. 


Después de releer lo que acabo de escribir, me doy cuenta que quizá el post que introduje hace unas semanas lo tenia que haber escrito después de éste. Pero como siempre estamos a tiempo te invito a leerlo ahora:  LA REHABILITACIÓN ENERGÉTICA QUE NO LLEGARÁ.

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